Diseñadores internacionales como Kenzo, Jean Paul Gaultier, Christian Lacroix y muchos otros, se han dejado seducir en algún momento por la celebración de la cultura del Día de los Muertos o día de los difuntos, con la icónica figura mexicana de Frida Kahlo. Su imagen ha sido una de las más mediáticas y de mayor influencia a nivel internacional.
Gaultier se enamoró de la pintoresca imagen de la artista mexicana Frida Kahlo, y creó una serie de trajes inspirados en sus originales indumentarias, sus corsés de cuero, grandes faldones blancos, rebosos bordados en flores y todos los fetiches y accesorios relacionados con la muerte, que era su obsesión y la celebración del Día de los Muertos, que recopiló la Casa Museo Frida Kahlo en el D.F., que es alucinante.
Día de los difuntos
La celebración del Día de los Muertos viene desde nuestra cultura prehispánica. El Nahual forma parte del folclor de la prehispanidad mexicana. Ese es un país rico en leyendas y tradiciones. El día de los difuntos es de esas tradiciones que traen creencias e historias que han sobrevivido con el paso del tiempo. Grandes fotógrafos como Gabriel Figueroa inmortalizaron a la legendaria Dolores del Río y la doña, María Félix, en películas que plasmaron a las mujeres con sus rebosos en medio de la noche en los cementerios adorando a sus muertos. El día más importante en esa cultura.
¡La leyenda Azteca del Nahual, es la más fascinante! Las mujeres en el campo, al dar a luz, llevan a su bebé recién nacido bien envuelto a un campo abierto, sin perderlo de vista y observar qué animal se le acerca primero. Ese se convierte en su Nahual, en su protector para el resto de su vida. La leyenda cuenta que la intención es que el niño tenga una doble vida, un guardián que lo proteja y acompañe el resto de sus días. Es un animal que cada uno tiene al nacer. El popular Ezquinqle, que hace parte de las artesanías populares que se venden en todas las esquinas. Animalitos en madera pintados en colores.
Por eso siempre vemos en los altares del día de los difuntos animales guardianes.
Otra leyenda gira alrededor de un mineral: la sal, el día de muertos, en puertas y ventanas. Los expertos en historia pre-hispánica cuentan cómo habitantes de lugares icónicos como Oaxaca, consideran la sal como un elemento curativo, sanador, de gran valor y místico, que evita la entrada de espíritus malignos al hogar. Y así desde que comienza el mes de noviembre, se ven cuencos de sal asomados en las ventanas en los barrios populares.
El aroma del día de muertos que se celebra especialmente en las culturas pre-hispánicas es el de la flor de cenpasuchil y xochimilco, flores salvajes y la luz de las velas de colores, además del papel picado. La comida es tal vez la tradición más importante. Con mucha antelación se preparan panes y toda clase de recetas milenarias y elaborados dulces para alimentar a los muertitos, quienes regresan en su día a los hogares y cementerios a visitar a sus seres queridos.
Por esa arraigada creencia en el arte popular las calaveras toman vida y se representa en vestir las calaveras o «Catrinas», hombres y mujeres esqueléticos, vestidos a la moda con elegantes fracks y corbatines, para ellos y espectaculares maquillajes y pavas gigantes, sobre largos vestidos con adornos en colores estridentes. Las catrinas hacen parte del folklore popular, y son la indumentaria obligada de jóvenes y adultos quienes salen a desfilar por las distintas ciudades.
A pesar de que para los países del norte esta tradición no existe, pues ellos celebran con brujas sobre sus escobas volando vestidas de negro y sombrero de pico, calabazas y gatos negros y lo llaman Halloween. Después de la producción de Disney con la película Coco, que nos recuerda la importancia del culto a los espíritus de nuestros muertos que vagan por el mundo como almas en pena. Ha sido una de las películas con más éxito. Ha permitido que todo este imaginario al culto de los muertos se haya convertido en una tendencia global.