Estamos viviendo entre una linea indeleble que separa la realidad de la ficción. Y la moda es justamente un campo abonado para dar rienda suelta a ese espíritu que busca libertad, que quiere rebelarse ante estos absurdos días que llevamos viviendo.
Las pasadas semanas de las colecciones que fueron híbridos entre virtuales con fashion films y presenciales con contados invitados, demostraron a una casta de diseñadores, que han sobrevivido a las angustias económicas y comerciales. Todos han dejado de ganar y han perdido mucho. Pero al mismo tiempo se han reinventado con colecciones positivas, llenas de color y propuestas.
Resiliencia es una palabra esquiva. Muchos la han adoptado para re- adaptarse al nuevo lenguaje que trae la industria en estos momentos de crisis. El creador domado, escuchándose a sí mismo y a los demás, como nunca antes. Son profesionales de almas especialmente sensibles. La moda es una disciplina comercial. Pero son momentos de dejar la mentira y vivir la verdad. La realidad indiscutible de que todo cambió.