Comienza un nuevo mes, mayo, la celebración del día de la madre. Y seguimos en cuarentena. Confinados en nuestros hogares, quienes tuvimos la suerte de no estar lejos de casa a la hora del encierro. El planeta detuvo su ritmo demencial y la naturaleza está reaccionando, limpiando su atmósfera. En las ciudades, estamos disfrutando de amaneceres y atardeceres que solo se veían con suerte en el campo o al borde del mar.
Estamos viviendo un cambio en nuestra convivencia. Conociéndonos más, con este nuevo ritmo que nos tocó vivir. Una nueva forma de manejar el tiempo, sin artificios. Volver a lo simple.
En nuestra forma de vestirnos, vendrá un cambio radical.
Nadie quiere volver al pasado. La forma de comprar y las necesidades son otras. La comodidad está a la orden del día. Y ese código de barras es ropa deportiva, suelta, ideal para hacer ejercicio y para estar en casa. Leggings, pantalones sueltos, blusas amplias, camisetas, hoodies, baletas y tenis, serán el nuevo uniforme para la gran mayoría. Muchos seguirán trabajando desde sus casas. Así que la ropa formal no volverá por mucho tiempo. Si me preguntan, cuál será la prenda que vamos a utilizar más de ahora en adelante? Serán el abrigo y la gabardina, los reyes del arte sartorial. Andrógino, amplio, largo o corto, el abrigo será el gran aliado de nuestro nuevo look informal.
Al simplificar nuestra vestimenta, vamos a ser màs selectivos de lo que definitivamente no queremos volver a usar. Reciclemos, donemos, regalemos a tanta gente que está necesitando lo que no volveremos a usar.